Un sitio de prosa: agosto 2010

lunes, 30 de agosto de 2010

Ejerciendo mi libertad de expresión

Leyendo, escuchando todas las campanas, pensando mucho en todo este lío de Clarín, de su monopolio, de su guerra con el gobierno... Me llama mucho la atención todo esto y considero que es algo gravísimo lo que está pasando. Pensar, darse cuenta que una empresa gigante de los medios como el Grupo Clarín nació de una manera tan fraudulenta como lo fue en la década del 70.

Lo que causa horror es ver, notar, saber, darse cuenta que hubo muchos empresarios, muchas empresas que se aliaron con los asesinos militares, que todo esto fue parte de un plan terrible de toma de poder, de una “guerra” con las corrientes de izquierda, socialistas, tercer mundistas que se venían gestando. Porque lo grave (y ya lo de este país lo es mucho) es que todo esto fue a nivel global, en casi toda América latina).

Sinceramente espero que se haga justicia, real justicia, caiga quien caiga. No va a ser cosa simple porque hay grupos muy poderosos que no dudaron en matar, desaparecer a 30 mil personas para quedarse con sus bienes, con sus almas sembrando terror en la sociedad, lavando cerebros de gente que aún hoy en día sigue pensando que esa fue una buena época.

A esta altura creo que quienes piensan que esa época de terrorismo de estado fue buena es por una ignorancia aberrante o porque les convino, porque fueron y son cómplices de ese horror. Dirán que tuvieron miedo, pero en democracia no hablaron. Espero también que ahora se animen a hablar los que quedan vivos, que se sepa -si es verdad- que el proceso, la dictadura no fue sólo militar, fue una dictadura cívico-militar.

Y aclaro, porque parece que hay que aclarar todo, que no soy fan del gobierno, hay muchas cosas que no me gustan de este gobierno. Pero me gusta tratar de pensar, de sacar un punto medio entre la propaganda del gobierno que nos muestra un país mejor que nunca y la imagen del multimedio que muestra un país destruido y un gobierno autoritario que se quiere adueñar de todo. No hay que ser estúpido, dejar que nos llegue ya todo “pensado”, todo “opinado”. Hay que atreverse a pensar, a ver o al menos intentar ver las cosas como son, desconfiar siempre de lo se nos muestra y por eso mismo ver todo lo que se nos muestra para sacar nuestras conclusiones.

Quizás esté equivocado en todo esto, pero lo bueno es que puedo expresarlo en libertad. La democracia costó muchos vidas y creo que ahora está madurando y se está mostrando la verdad. Deseo que se sepa realmente que pasó, porque mataron dos generaciones de personas, de ideales, de libertad por negocios, por dinero. Por una especie de plan enorme de terror, de unos pocos seres aberrantes, basuras, mierdas insensibles que venden, roban y matan sin ningún recelo un país.

Y siguen en el poder, en la mentira, atacando gobiernos democráticos (aún los corruptos o inoperantes). Atacando a todos los argentinos, estén a favor o en contra, crean o no. La verdad debe saberse siempre, aunque nos duela a todos. Eso es lo único que nos va a hacer crecer como ciudadanos, como personas, como argentinos.